Cuento corto escrito por Paulina, de 5 años de edad.
En un zoológico vivía una jirafa. Tenía pelaje de color marrón, le quedaba hasta la punta de los pies. Esa jirafa se llamaba Roberta, era la jirafa más chistosa de todo el mundo; ella comía gusanos, arroz, y uvas. Lo que le encantaba hacer en la mañana, era cortarle la cáscara a las bananas.
A la jirafa le gustaba mucho comer, entonces le había crecido mucho el cabello y ella no se lo quería cortar porque le gustaba mucho traerlo largo, largo, y por eso le decían la jirafa peluda.
Un día, vino una tormenta, la jirafa se asustó, lanzó una piedra al cielo y la tormenta se fue. Después de unos días un niño vio a la jirafa, estaba encantado de verla porque tenía ojos azules; al niño le gustaba mucho el agua por eso le gustaba la jirafa.
Así que el niño la rentó por el resto del día, costaba 50 pesos. Ese niño había decidido a robarse a la jirafa así que se la robó sin pagar. Y entonces como ese niño era pobre, se la quiso llevar, y además ese niño no sabía respetar, porque no le gustaba compartir y además le gustaba todo para él solo porque como tenía un hermanito, su mamá no le prestaba atención a él.
El niño no sabía que había un policía. El niño solo quería jugar con la jirafa por el resto del día. Como no tenía dinero, lo quería hacer sin permiso. El policía le pidió al niño que devolviera la jirafa. El niño le contestó “No!” al policía, pero tuvo que dejar a la jirafa en el zoológico. El policía, la muchacha y el niño se fueron en un carro a la casa del niño a platicar con su mamá.
Y la mamá sacó 50 pesos para el policía y así con ese dinero le cortaron el cabello a la jirafa, y la jirafa ya no fue peluda.
D.P Krimpe Franco tiene 5 añitos y le encanta contar cuentos en voz alta; le gusta dictarselos a su abuelita Mayte, mi hermana.
A los 3 años de edad solía narrar el cuento de Pinocho completo, memorizado, y con muy buena entonación.
Adore el final 😃
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